Se trata de un disco con una fuerza imparable en la mayoria de sus canciones, de pura energía y, en ocasiones, desmedida rabia. Un álbum 100% punk rock en estado puro y maduro. La banda utiliza este estilo musical como arma para denunciar los aspectos sociales y políticos más polémicos del momento, con unas letras muy directas y sinceras. El disco fue grabado entre los meses de abril y diciembre de 2010 en la ciudad de Sevilla, en el estudio de Alfonso Espadero y posteriormente supervisado por su productor habitual, Juanjo Pizarro.
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